(Éste es el texto de un borrador de la carta que quien apoye al Papa Benedicto XVI puede firmar y enviar para que pueda obtener su restitución al poder o el reconocimiento de un gobierno civil. En épocas pasadas, el Laicado Católico fue instrumental en el cambio de lealtades de naciones y reinos enteros a un verdadero Papa. Éste es nuestro deber solemne para con Jesucristo en la hora presente. ¡La salvación misma y la existencia continuada de la Iglesia Católica depende de nosotros!)
Utilice un saludo apropiado a la dignidad de la persona a la que escribe:
Le escribo para rogarle, por su amor a Jesucristo, que actúe para poner fin a la confusión actual en Roma, en la que tenemos dos hombres que se identifican como “Papa”, una situación que surgió por la violación del derecho canónico en los términos del canon 332.2. Específicamente, la renuncia del Santo Padre fue inválida de acuerdo con el derecho canónico, en el sentido de que no renunció al oficio de papa, sino sólo al ministerio petrino, como escribió en el acto de renuncia.
En vista de este error, debemos recordar que la adhesión a la voluntad de Jesucristo en su promesa a Pedro nos obliga inmediata y directamente, ante todo, respeto humano por los superiores, y que nadie, ni siquiera un papa que renuncie, puede violar la ley papal sobre renuncias.
Para describir brevemente la razón de la invalidez canónica, vea éste artículo {Incluya aquí un enlace a uno de los artículos en ppbxvi.org o vericatholici.wordpress.com que están en el idioma nativo de la persona a quien usted escribe}.
Adjunto también el texto completo del artículo, que aparece en línea en https://vericatholici.wordpress.com/2019/03/15/como-y-por-que-la-renuncia-del-papa-benedicto-xvi-no-es-valida-por-la-propia-ley/ explicando en detalle las razones por las que la renuncia del Santo Padre fué en realidad canónicamente inválida.
Soy miembro de Veri Catholici, una asociación internacional que trabaja para la corrección de este grave problema canónico, cuya consecuencia es tanto caos, herejía y apostasía abierta en la Iglesia.
Si desea más información, le ruego que lea http://ppbxvi.org o, si lo desea, solicite una reunión con una delegación de nuestra Asociación poniéndose en contacto conmigo en mi dirección personal, y me comunicaré con la sede central para que así sea.
Como lo declara el canon 212, nosotros los laicos tenemos el derecho de informar a nuestros superiores de los problemas, especialmente cuando son graves y públicos. Y no hay nada tan grave y público como esto.
Por vuestro amor y respeto a Benedicto, os exhorto a que habléis a Obispos, Cardenales y otros sobre este grave asunto, porque el mayor amor no se encuentra en respetar a alguien en su error, sino en corregirlo en él.
Atentamente, etc.
Veri Catholici 